Es todo un reto cuando se tiene que hacer de 19m² un lugar más amplio y luminoso que el existente, en el que la funcionalidad y el diseño no dejen de ir de la mano.

El concepto de diseño surge de la pixelación de una fotografía, donde al ampliar zoom, obtenemos la figura geométrica del hexágono, usada tanto en paramentos horizontales como en algunos elementos de decoración. En el suelo, los hexágonos juegan tanto en disposición como en color, desde la entrada y hasta el final del local, en tonos grises, como si de una foto con diferentes tonos y contraste se tratara.

Se opta por un exterior de color negro mate, mezclado con madera de roble barnizada, haciendo referencia a una caja de marcenaria que contendrá todo el interior. Tanto la elección de luminarias, como el logotipo y el nombre del local en color llamarán la atención desde cualquier ángulo, invitando a cualquier usuario a entrar en el interior, donde el protagonista es el color color blanco satinado usado como base, para generar más luz, tomando a modo de matiz y color, la gama cromática de la entidad corporativa de Kodak, desde el rojo hasta el amarillo, pasando por los naranjas intermedios.

Kodak posee una nueva distribución, que proporciona mayor amplitud y orden, donde el mueble contenedor situado en el lado izquierdo del local, contendrá almacenamiento, exposición de producto y los propios monitores de selección de fotografías para su posterior impresión. Al fondo del local irán ubicadas las máquinas de impresión, fotocopiadora y zona de corte, donde sólo tendrán acceso los dependientes del local. En el medio del nuevo espacio, está situado el mostrador, como mueble separador entre lo «Público y Privado», su aspecto nos hace recordar al visor de diapositivas.